¿En qué medida dirías que la cultura de tu organización que "teóricamente" existe es igual a la que percibes en la práctica? ¿Cuando hablas de tu organización y su cultura sientes dentro algún tipo de incomodidad o incoherencia? Esto pasa a muchas personas: hablan de la cultura de su organización con los demás, pero por dentro luego sienten que no es cómo ellos piensan o como la dirección la "vende". Este es el gap ejecutivo que vamos a analizar en esta entrada.
Igual que nosotros tenemos una personalidad, que define y condiciona nuestra inteligencia, las organizaciones tienen una "forma de ser", un self propio y diferente a cualquier otra empresa: su cultura corporativa. Como en el caso de las personas, ésta determinará la mayoría de cosas que sucedan en ella y va a ser clave para determinar políticas y estrategias, recursos, cambios y decisiones durante toda su existencia.
Si soy una persona con una personalidad muy abierta, extrovertida y activa, seguramente mi inteligencia encuentre en la realidad cosas diferentes que si mi personalidad es cerrada, introvertida y pasiva. Como soy, condiciona todo lo que hago con la realidad: lo que digo, lo que me digo, lo que hago día a día, las decisiones que tomo, las relaciones sociales que tengo y así un sin fin de aspectos que me conectan con mi contexto y mi entorno.
Ahora bien: ¿Que pasa cuando una persona no tiene personalidad? ¿Que pasa cuando una persona imita la personalidad de los demás? ¿que pasa cuando no la tiene bien definida o no se siente identificada con ella? Que sufre...y las organizaciones también...